¿Qué es la Resucitación Cardiopulmonar (RCP)?
La reanimación cardiopulmonar consiste en una serie de procedimientos
que podemos aplicar a personas víctimas de un paro cardiorespiratorio con
el objeto de mantener su circulación y sus órganos con oxígeno mientras
aguardamos la llegada de personal entrenado. Suele llamarse RCP “básica”
porque sólo necesitamos nuestra boca y nuestras manos para administrar las
respiraciones y compresiones torácicas que permitan la circulación del
sangre con oxígeno.
El paso a paso de la RCP
1. Verifique las condiciones del lugar
Verificar y observar que el lugar y las condiciones donde se encuentra la
víctima sean seguros para usted y para ella. Nunca ponga en peligro su
integridad, sino se convertirá en una víctima más y no podrá ayudar.
Si el lugar es seguro se aconseja no trasladar a la victima, ayúdela allí mismo.
II.- Valore el estado de conciencia de la victima.
Compruebe que la víctima
responda. Tóquela en los hombros
con energía (sin sacudirla) y
pregúntele si se encuentra bien, con
voz enérgica, en ambos oídos.
Observe si tiene movimientos?
respiratorios (estos deben manifestarse en no más de 10 segundos).
Si no responde verbalmente ni con ningún tipo de movimiento, pida ayuda:
solicite a una persona específica que llame al servicio de emergencias y
permanezca junto a la víctima para comenzar la RCP.
A partir de ahora debemos tener en cuenta tres 1ras letras del abecedario
que lo guiarán en su accionar y le permitirán actuar con seguridad:
C (compresiones) / A (Abrir vía aérea) / B (Buena Ventilación)
III. Comience la RCP
Comience con la RCP básica
recordando siempre el C - A - B.
Una vez que comprobó el estado de
conciencia y activó el sistema de
Emergencia, ubique correctamente
a la víctima (de frente y sobre una
superficie plana y dura ) .
Inmediatamente comience con las
compresiones torácicas.
C. (compresiones torácicas):
Ubique el reborde de las costillas y
llegue hasta la cruz de referencia
(punta del esternón), luego ubique
sus manos en el centro del pecho,
entrelácelas para evitar tocar las
costillas. RECUERDE: debe apoyar
sólo el talón de la mano y comenzar
las compresiones suavemente hasta
conocer la resistencia del pecho, luego, comprimir a una frecuencia de 100
por minuto durante 30 veces.
Permita la descompresión para lograr el llenado del corazón y hacer más
efectivos sus masajes al comprimir nuevamente.
Una vez finalizadas las 30 compresiones abra la vía aérea y administre dos
ventilaciones de rescate, en caso de no poder realizarlas, continué con las
compresiones torácicas únicamente hasta la llegada del sistema de
emergencia.
A. (abrir la vía aérea): Apoye una mano en la frente y con la otra eleve el mentón de la víctima,
inclinando la cabeza levemente hacia atrás. Administre dos ventilaciones de
rescate sin ejercer demasiada presión (debe realizarlo suavemente, sólo
controle que el pecho se eleve levemente para no producir daño pulmonar). Continué con las compresiones de aquí en más, alternando 2 ventilaciones cada 30 compresiones durante 5
veces (ciclos), lo que equivale a 2 minutos de Reanimación.
B. (buena ventilación): Cuando realice las ventilaciones
compruebe que el aire entre con
facilidad y que el tórax se expanda,
de lo contrario, las ventilaciones no
serán efectivas.
Tanto en el adulto como en el niño
recuerde siempre el C – A – B. Eso
lo ayudará a guiarse para realizar
adecuadamente las maniobras y
poder ayudar a salvar una vida.
BIBLIOGRAFIA
Miró, O., Díaz, N., & Sánchez, M. (2012). Aprender reanimación cardiopulmonar desde la escuela. Emergencias, 24(6), 423-5.
Rojas, L., Aizman, A., Arab, J. P., Utili, F., & Andresen MsC, M. (2012). Reanimación cardiopulmonar básica: conocimiento teórico, desempeño práctico y efectividad de las maniobras en médicos generales. Revista médica de Chile, 140(1), 73-77.
Treviño, J. S., Salinas, M. G., & Martín, R. M. Reanimación cardiopulmonar básica. Cirugía general, 249.
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